PROVINCIA SANTA MARÍA DE LOS ANDES
Queridas amigas y amigos:
Reciban un saludo muy afectuoso y fraterno y mis mejores deseos para cada uno de ustedes y sus familias. Con mucha alegría les hago llegar mi primera comunicación, con el objetivo de ponerme a disposición de todos y para compartir algo de lo que hemos vivido en el Capítulo Provincial y en nuestra primera sesión del Consejo Provincial.
Les confieso que no me fue fácil responder afirmativamente al pedido del Hno. Seán, para acoger el servicio de Provincial. Después de unos días serenos de reflexión y oración, de la consulta a algunos Hermanos y Laicos y después de leer, desde Dios, el llamado que se me hacía, las resistencias que se agolparon inicialmente en mi interior fueron flexibilizándose y un sentimiento de disponibilidad a los Hermanos, Laicas y Laicos y de abandono en Dios, acabó por adueñarse de mí. En este momento me encuentro lleno de paz y de ilusión de cara a la misión que se me ha encomendado. No dejo de pedir al Buen Padre un corazón que sepa escuchar y discernir, para poder animar desde Dios a nuestra Provincia.
He quedado tremendamente feliz por nuestro Capítulo Provincial. Hemos vivido una experiencia muy hermosa de fraternidad, de discernimiento en el espíritu y de comunión, a fin de buscar juntos los caminos de vitalidad por los que el Buen Dios nos quiere conducir en los próximos tres años. Hemos sentido con fuerza que Él nos llama a ser hombres y mujeres de Dios, que crecemos en nuestra vocación de discípulos y discípulas de Jesucristo. Nos llama, además, a construir una Provincia misionera que intensifica la evangelización en nuestra labor educativa y que extiende el espacio de su tienda, comprometiéndose en una pastoral vocacional que despierta y acompaña vocaciones de Hermanos y de Laicos maristas. Junto a esto ha sonado con fuerza en nuestros diálogos el llamado a la integración provincial.
La sensación final que quedaba en el corazón de los capitulares, es la de haber vivido una experiencia de mucha esperanza en el futuro del carisma marista y de nuestra Provincia. Esta esperanza se fundamenta en la convicción de que nuestras fragilidades actuales son una oportunidad para vivir lo más genuino de la vida religiosa: la confianza absoluta en el Buen Padre y la alegría de haber encontrado el tesoro del reino.
Amigas y amigos: he acogido al nuevo Consejo Provincial como un verdadero regalo de Dios. Formamos no sólo un buen equipo, sino sobre todo una comunidad de Hermanos que quieren animar la Provincia con la fuerza de la fraternidad y el impulso de quienes se dejan llevar por el Espíritu. Desde este momento agradezco la generosidad y disponibilidad de cada Hermano Consejero para servir desde las orientaciones que el Capítulo Provincial ha lanzado a la Provincia. En documento anexo, les comunico nuestras primeras decisiones para poner en marcha la animación y gobierno provinciales.
Vivimos en un tiempo complicado y desafiante, aunque también de gracia y esperanza. Es verdad que la Iglesia no tiene fácil su misión en un mundo materialista y pragmático. Pero resulta apasionante poder ser hoy hombres y mujeres de Dios, Hermanos y Hermanas apasionados por Jesucristo, compadecidos y solidarios de los sufrimientos humanos, especialmente de la niñez y la juventud, Hermanos y Hermanas abiertos a la novedad y a la creatividad de un mañana más luminoso en manos de Dios.
Desde esta perspectiva, les invito a asumir con mucha esperanza, con mucha pasión y con mucha paz los retos del presente. A nosotros no nos corresponde hacerlo todo. Sólo se nos pide nuestra parte, sabiendo que ésta es muy importante. Trabajamos en la obra de Dios, Él es el dueño, nosotros somos sus pequeños obreros. No se nos pide éxito, se nos pide fidelidad y esto nos hace descansar tranquilos.
Hacia el 15 de agosto iniciaré, junto al Hermano Mariano, la primera visita a las comunidades y obras de la Provincia. Empezaremos por Chile, después Perú y luego Bolivia. Desde este momento preparo mi corazón para encontrarme con cada una y cada uno y disfrutar del regalo de la fraternidad y de nuestra vocación marista. Cuento con su apoyo y oración. Pidan al Buen Dios por mí, para que me deje guiar por el espíritu de María, la Sierva del Señor. Pídanle para que yo pueda crecer en un corazón que escucha, reflexiona y trabaja con su estilo para favorecer el crecimiento espiritual de los Hermanos de la Provincia. Por mi parte cada día oro por cada uno de de ustedes, con la esperanza de que su corazón esté lleno de la paz del Señor resucitado.
A ustedes y a sus familias los confío a los corazones de Jesús y María.
Reciban un gran abrazo de amigo y hermano,
Hermano Antonio Peralta, Provincial Santa María de los Andes.
INFORME A LAS LAICAS Y LAICOS
Documento anexo
1. Nombramientos:
La estructura del Gobierno Provincial ha quedado conformada de la siguiente manera:
Hno. Mariano Varona: Viceprovincial. Acompaña al H. Provincial en la animación de los Hermanos y comunidades y, además, está a cargo de la animación de la Espiritualidad y del Laicado vocacionado en la Provincia.
Hno. Jesús Pérez: Delegado de Misión del H. Provincial en Chile. Además es Consejero Coordinador de la Misión en la Provincia.
Hno. Pablo González: Delegado de Misión del H. Provincial en Bolivia.
Hno. Barsén García: Delegado de Misión del H. Provincial en Perú.
Hno. Alfonso García: Consejero, Superior del Escolasticado de Lima y Apoyo del Equipo de Pastoral del Perú.
Hno. Patricio Pino: Consejero y Secretario del Consejo Provincial.
En estos nombramientos ha estado muy presente mi intención de priorizar el trabajo de animación de los Hermanos y comunidades, el dar señales claras de que formamos una sola Provincia y que, por consiguiente, el paso de un país a otro debe ser algo normal y el cuidar la formación. Todos los Hermanos del Consejo han apoyado estas intenciones y han sido generosos al aceptar con alegría y muy buen espíritu los cambios que se les ha pedido.
2. Fechas de inicio de los nuevos Servicios de Animación Provincial:
En Chile y Perú, los nuevos Delegados asumirán sus funciones el 15 de agosto.
El H. Pablo González alternará sus funciones de Delegado de Bolivia con la responsabilidad que tiene en el Escolasticado, ya que el H. Alfonso no puede asumir esa misión hasta el mes de diciembre. Esto le exigirá desplazarse a Bolivia con cierta periodicidad.
3. Consejos de Misión:
Los anteriores Consejos Sectoriales se llamarán ahora Consejos de Misión. El cambio de nombre obedece al propósito de funcionar como una sola Provincia y eliminar el concepto de Sectores. Se llaman de Misión porque su función es acompañar en el gobierno marista del país al Consejero que ahora lleva el nombre de Delegado de Misión.
Está constituido por Hermanos, Laicas y Laicos y su misión es colaborar con el delegado en la animación de las obras.
Se han fijado las siguientes fechas para su constitución:
Bolivia: La elección de los Hermanos, en forma directa, será realizada el sábado 4 de octubre. Para este mismo día, se espera tener los resultados de la votación sondeo de los laicos.
Chile: Entre el 18 y el 23 de agosto, los Consejos Directivos y los Equipos de Animación elegirán los nombres para ser presentados al H. Provincial. Todos los Hermanos tendrán una reunión con el H. Provincial el 23 de agosto y en ella se aprovechará para elegir a los Hermanos que entrarán a formar parte del Consejo de Misión.
Perú: Tanto el sondeo entre los Consejos Directivos y los Equipos de Animación como la elección directa por parte de los Hermanos se realizarán el sábado 6 de septiembre.
4. Ubicación de la Casa Provincial:
La Casa Provincial seguirá en Bolivia, trasladándose, por razones de mayor facilidad para las comunicaciones, a Santa Cruz. Vivirán en la misma comunidad el H. Provincial y el Viceprovincial.
5. Visitas del H. Provincial:
Chile: Del 10 de agosto al 3 de septiembre.
Perú: Del 4 al 27 de septiembre.
Bolivia: Mes de octubre.
6. Temas tratados en el Consejo:
Además de lo señalado en los puntos anteriores, el Consejo fijó las Prioridades Provinciales para el trienio 2008 – 2011, estudió el Vademécum Provincial y adaptó las Funciones de los Delegados de Misión y del Consejo de Misión. Inició, asimismo, un avance de las Funciones del Consejero Provincial Coordinador de Misión.
NOTA: Fecha del Retiro de Perú: 16 al 23 de Noviembre
viernes, 29 de agosto de 2008
Carta del Hermano Provincial a las Laicas y Laicos
miércoles, 27 de agosto de 2008
Recomendamos leer el Tercer capítulo del libro "Agua de la Roca"
COMO HERMANOS Y HERMANAS
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros.
Tanto Jesús como Marcelino Champagnat, en su testamento espiritual, invitaron a sus seguidores a la comunión y la comunidad. Jesús expresó esta invitación mientras compartía la última cena con sus discípulos. Para los cristianos, la mesa del Señor se ha convertido desde entonces en un símbolo central de comunión y donación personal.
Cuando construimos comunidades y las dotamos de estructuras que apoyen su vitalidad, debemos compartir y vivir una espiritualidad.
Ámense los unos a los otros, como yo les he amado.
La espiritualidad marista inspira nuestra manera de comprender y vivir lo que Jesús nos mandó y lo que Champagnat soñó para nosotros. La vivencia de la Eucaristía se sitúa en el centro de nuestra vida de comunidad y de nuestro modo de relacionarnos. Nuestra espiritualidad es comunitaria, se expresa y se vive mejor cuando estamos reunidos como familia o comunidad.
En esto conocerán que son mis discípulos.
Las palabras hermano y hermana expresan de manera muy rica el estilo marista de relacionarnos.
Como compañeros de camino, llamados a construir comunidades portadoras de vida, nos sentimos inspirados por las palabras de Marcelino, nuestro fundador:
Os encarezco, queridos hermanos, con todo el cariño de mi alma y por el que vosotros me profesáis, que os comportéis de tal modo que la caridad reine siempre entre vosotros. Amaos unos a otros como Cristo os ha amado. No haya entre vosotros sino un solo corazón y un mismo espíritu. ¡Ojalá se pueda afirmar de los Hermanitos de María lo que se decía de los primeros cristianos: Mirad cómo se aman! Es el deseo más vivo de mi corazón en estos últimos instantes de mi vida. Sí, queridos hermanos míos, escuchad las últimas palabras de vuestro padre, que son las de nuestro amadísimo Salvador: Amaos unos a otros.
Miren cómo se aman.
Los invitamos a reflexionar:
¿Qué actitudes o virtudes practico? ¿Cómo me hago presente ante los demás?
Y PARA VIVIR PLENAMENTE LA ESPIRITUALIDAD MARISTA RECOMENDAMOS:
Encuentro con Dios en la historia de cada día POR
Vanderlei Soela (HAZ CLICK)
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros.
Tanto Jesús como Marcelino Champagnat, en su testamento espiritual, invitaron a sus seguidores a la comunión y la comunidad. Jesús expresó esta invitación mientras compartía la última cena con sus discípulos. Para los cristianos, la mesa del Señor se ha convertido desde entonces en un símbolo central de comunión y donación personal.
Cuando construimos comunidades y las dotamos de estructuras que apoyen su vitalidad, debemos compartir y vivir una espiritualidad.
Ámense los unos a los otros, como yo les he amado.
La espiritualidad marista inspira nuestra manera de comprender y vivir lo que Jesús nos mandó y lo que Champagnat soñó para nosotros. La vivencia de la Eucaristía se sitúa en el centro de nuestra vida de comunidad y de nuestro modo de relacionarnos. Nuestra espiritualidad es comunitaria, se expresa y se vive mejor cuando estamos reunidos como familia o comunidad.
En esto conocerán que son mis discípulos.
Las palabras hermano y hermana expresan de manera muy rica el estilo marista de relacionarnos.
Como compañeros de camino, llamados a construir comunidades portadoras de vida, nos sentimos inspirados por las palabras de Marcelino, nuestro fundador:
Os encarezco, queridos hermanos, con todo el cariño de mi alma y por el que vosotros me profesáis, que os comportéis de tal modo que la caridad reine siempre entre vosotros. Amaos unos a otros como Cristo os ha amado. No haya entre vosotros sino un solo corazón y un mismo espíritu. ¡Ojalá se pueda afirmar de los Hermanitos de María lo que se decía de los primeros cristianos: Mirad cómo se aman! Es el deseo más vivo de mi corazón en estos últimos instantes de mi vida. Sí, queridos hermanos míos, escuchad las últimas palabras de vuestro padre, que son las de nuestro amadísimo Salvador: Amaos unos a otros.
Miren cómo se aman.
Los invitamos a reflexionar:
¿Qué actitudes o virtudes practico? ¿Cómo me hago presente ante los demás?
Y PARA VIVIR PLENAMENTE LA ESPIRITUALIDAD MARISTA RECOMENDAMOS:
Encuentro con Dios en la historia de cada día POR
Vanderlei Soela (HAZ CLICK)
martes, 26 de agosto de 2008
El Evangelio del domingo 24 de agosto
Evangelio según San Mateo
Capítulo 16,13-20.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.
Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”.
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.
Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
Capítulo 16,13-20.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.
Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”.
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.
Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.
Reflexionemos sobre el tema: Dios Padre le reveló a Simón Pedro la verdad de Su Hijo
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